El Viejo Tropezón pasa a ser parte del recuerdo en nuestra ciudad. Parte de nuestras anécdotas e historias. Desde hoy será una de las esquinas más recordadas y extrañadas en San Andrés de Giles.
Hace un par, dialogamos con su propietaria, Yanina Rivero, quien nos contaba el difícil momento que estaban pasando al calor de las restricciones por la pandemia.
“Es muy difícil seguir adelante de esta forma, tratamos de reinventarnos y no pudimos, quisimos hacer delivery de pizzas y nos pusieron mil trabas, por la estructura del lugar sólo tenemos tres mesas habilitadas dentro del local”, expresaba.
Rivero también agradeció a sus empleados por estar siempre y nunca bajar los brazos: “sinceramente hay días que yo no quiero ni salir de mi casa con todo esto, y ellos se encargaban de todo, abrían el negocio y le ponían todo el amor del mundo para que el que iba vea una sonrisa en sus rostros y se sienta cómodo”.
Hoy se pone fin a una parte de la historia de San Andrés de Giles, una esquina mágica llena de historias, de reencuentros y de amistades.