Luis Iribarren, conocido como el "Carnicero de Giles", fue recapturado en la localidad de Villa Atamisqui, Santiago del Estero, después de haber evadido la justicia tras un permiso para asistir a clases en la Universidad Nacional de La Plata. La captura se produjo mientras Iribarren paseaba a un perro en el pueblo.
Iribarren, condenado a prisión perpetua por el brutal asesinato de cinco miembros de su familia en San Andrés de Giles, se había escapado tras quebrantar una salida educativa autorizada por la Justicia de Mercedes. El prófugo, de 58 años, había estado prófugo durante más de diez días y fue detenido por personal de la Policía Federal Argentina (PFA) en un operativo que siguió su rastro hasta Villa Atamisqui, situada a unos 121 kilómetros de la capital santiagueña.
?El carnicero de Giles: la historia del aterrador criminal que confesó que quiere "ser famoso"
— Big Bang News (@bigbangnw) September 9, 2024
?Mató a su familia y 28 años más tarde sueña con ser tiktoker
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De acuerdo con fuentes policiales, Iribarren viajó desde Buenos Aires en un Peugeot 504 y fue visto conduciendo por una ruta de Santa Fe. A raíz de esta información, la PFA montó un operativo que culminó con su arresto.
El pasado 28 de agosto, Iribarren había sido autorizado a salir de la Unidad Penal 26 de Lisandro Olmos para asistir a clases, pero al final del día no regresó a su celda. Su fuga convirtió al condenado en el más buscado por las autoridades, que establecieron una guardia de 24 horas para proteger a su ex esposa y sus hijos mellizos.
La recaptura de Iribarren pone fin a una búsqueda que había generado gran preocupación y miedo en La Plata, donde su presencia continuaba generando inquietud. Además, en medio de la búsqueda, se difundieron videos inquietantes publicados por Iribarren en su cuenta de TikTok, en los que cuestionaba la legalidad del descuartizamiento de cuerpos humanos en Argentina.
Actualmente, se investiga por qué el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Mercedes permitió que Iribarren tuviera salidas educativas sin custodia y con monitoreo de geolocalizador, a pesar de sus antecedentes.
Iribarren había sido condenado por una serie de crímenes atroces, incluyendo el asesinato de su tía en 1995 y la masacre de su familia en 1986, compuesta por su padre, madre y hermanos. Los restos de su familia fueron esparcidos en un campo en Tuyutí, aunque Iribarren confesaría años después. Sus confesiones revelaron que los asesinó por "bronca" y engañó a quienes preguntaban por su familia, diciendo que se habían ido a Paraguay.